Actualmente la demanda de inyectoras usadas supera a la oferta. Los retos para las empresas que venden maquinaria de inyección son varios, desde los cambios políticos y tecnológicos que se están produciendo en diversas industrias hasta la penetración de las marcas asiáticas.
Dentro del mercado de maquinaria para plásticos, la industria de maquinaria de inyección es la más grande. Una de cada tres empresas que procesan plástico tiene una máquina de inyección en sus instalaciones. Habitualmente, las máquinas de inyección tienen una vida media de entre 10 a 20 años, la cual varía según el mercado y la tipología de empresa. Por ejemplo en Alemania las empresas cambian sus inyectoras de media cada 10 años, mientras que en España lo hacen cada 14.
La elección de la marca de maquinaria con la que fabricar es una decisión importante para cualquier procesador, seleccionar una u otra marca depende del producto final que se quiere conseguir. Para la producción de piezas técnicas que requieren unos mayores niveles de precisión y calidad como es el caso de la maquinaria de inyección de alto tonelaje en el sector de automoción, las marcas europeas siguen siendo las favoritas. Sin embargo, para la fabricación de productos donde no se requiere una tecnología élite, por ejemplo para piezas pequeñas del sector hogar, la maquinaria asiática está entrando fuertemente en las fábricas europeas.
La compra venta de maquinaria de inyección usada es ágil y rápida comparada con la compra venta de otros tipos de maquinaria usada. Hoy en día, la demanda de inyectoras usadas supera a la oferta, y las máquinas en buenas condiciones vuelan, siendo una semana el tiempo medio que tarda en venderse una inyectora de entre 25 y 300 toneladas. La mayoría de estas inyectoras se recolocan cerca de su fábrica de origen, donde los costes de transporte son mínimos. Dentro de Europa el mercado centro europeo es el más activo.
Para inyectoras de gran tonelaje los plazos se alargan debido a la necesidad de permisos especiales y un movimiento de equipos mucho más complejo y costoso. Aun así, la oferta de inyectoras de más de 400 toneladas escasea desde hace meses. También falta oferta de máquinas de inyección usadas de más de 1000 toneladas. Hace dos años salían una media de 8 a 10 de inyectoras de grandes dimensiones a la venta al año, mientras que ahora cuesta que salgan 1 o 2 anualmente. Las inyectoras de alto tonelaje se suele vender a nivel internacional lejos de su fábrica de origen, es aquí donde empresas como MachinePoint añaden un alto valor a la transacción porque ofrecen los servicios necesarios para su desmontaje y transporte internacional, así como una amplia experiencia gestionando este tipo de transacciones.
La penetración de las marcas asiáticas en mercados y empresas tradicionalmente europeos está siendo espectacular, llegando a penetrar incluso grandes corporaciones del sector automoción. Entre las marcas asiáticas resalta Toyo, cuyas inyectoras eléctricas hasta 1300 toneladas están teniendo una gran aceptación. Haitian y Bole, ambas marcas chinas, han invertido en desarrollar fábricas en Europa, en Alemania y Polonia respectivamente, donde terminan de ensamblar y personalizar su maquinaria. Con precios similares al de una inyectora usada de marcas europeas su atractivo es evidente. Además de su competitividad en precio, sus cortos tiempos de entrega suponen una gran ventaja competitiva y son todo un reto para los vendedores europeos de inyectoras tanto nuevas como usadas, dado que sus precios compiten con el de inyectoras usadas de marcas europeas. Antes, el mercado de usado tenía la ventaja de cortos plazos de entrega, pero ahora con plazos de entrega de 1 semana en muchos casos, esta maquinaria asiática entra directamente en competencia con el mercado de inyectoras usadas. Los compradores se suelen decantar por lo usado cuando tienen una alta preferencia por una marca o su cliente final se lo exige. Las marcas más demandadas en inyectoras usadas son Engel y Krauss Maffei, siendo los modelos preferidos Engel Duo y Krauss Maffei CX.
